lunes, 4 de julio de 2011

Piel de alma, piel de foca


...El siete se consideraa menudo un número femenino, un número místico que represena la división del ciclo lunar en cuatro fases equivalentes al ciclo menstrual. El cuarto creciente, la luna llena, el cuarto menguante y la luna nueva. En las antiguas tradiciones étnicas femeninas, en la fase de la luna llena se tenía que analizar la propia situación: el estado de las amistades, de la vida hogareña, del compañero y de los hijos.
Nosotras también podemos hacerlo durante nuestra fase de soledad, pues es entonces cuando reunimos todos los aspectos del yo en un mometno determinado, los sondeamos y les preguntamos,para descrubir qué desean ellos/nosotros/el alma en aquel momento y, a ser posible, buscarlo. De esta manera tanteamos nuestra situación presente. Hay muchos aspectos de nuestra vida que tenemos que evaluar con carácter continuado: el hábitat, el trabajo, la vida creativa, la familia, la pareja, los hijos, el padre/la madre, la sexualidad, la vida espiritual, etc.
La medida utilizada en la valoración es muy sencilla: ¿qué es lo que necesita más? Y:¿qué es loq ue necesita menos?Preguntamos desde el yo institivo, no con una lógica formal, no a la manera del ego sino a la manera de la Mujer Salvaje, qué trabajo, ajustes, flexibilizaciones o acentuaciones se tiene que hacer. ¿Seguimos todavía el rumbo que debemos seguir en espíritu y en alma?¿Se nos nota por fuera la vida interior?¿qué tenemos que entablillar, proteger, lastrar o aligerar?¿qué tenemos que desechar, mover o cambiar? (...)

Mujeres que corren con los lobos. Clarissa Pinkola Estés
Cap.9.La vuelta a casa: El regreso a sí misma...